Tras este curioso
nombre se encuentran aquellos gatos que presentan un ojo de cada color, una
característica distintiva de ciertos ejemplares, que llama la atención del que
la contempla. El color de ojos de estos gatos puede combinar un ojo azul y con
otro verde, amarillo o marrón. Esta heterocromía es algo bastante frecuente
entre los felinos, aunque no se trata de una condición exclusiva de ellos,
puesto que ocurre también en otros animales, e incluso en el ser humano. Los
ojos dispares afectan más comúnmente a los ejemplares de color blanco, pero se
puede encontrar en un gato de cualquier otro color, siempre que posea el gen de
manchas blancas. Se da en ejemplares de distintas razas (Persas, Angoras
Turcos, Maine Coon, Bosques de Noruega, etc.) y también en gatos comunes (no es
extraño ver gatos mestizos con ojos dispares).
Esta curiosa
combinación se produce cuando el gen dominante blanco (que enmascara los genes de otro color y es el responsable de
que el gato sea completamente blanco) o el gen que produce las manchas blancas
(que es el responsable del bicolor y el humo) impide a la melanina pigmentar el
ojo durante su desarrollo. A pesar de lo que muchos piensan, los gatos con ojos
dispares no son sordos, y menos aún sordos del oído del mismo lado que el del
ojo azul. La sordera es una tara genética que, cuando aparece, está ligada al
gen “W”, responsable del color blanco de los gatos. Es una leyenda aquella que
une la sordera con los ojos azules, ya que, en realidad, quien porta la sordera
es el gen del color blanco del pelo, no el que rige el color de los ojos. Por
esa razón, nos podremos encontrar gatos blancos sordos de ojos azules, verdes,
amarillos o dispares.
Los ojos dispares
son buscados por los amantes de los felinos y tienen una nomenclatura propia
utilizada en las razas juzgadas en clases separadas acorde al color de los
ojos. Una cifra, el 63, es la que hace referencia a los ojos dispares, por lo
que, por ejemplo, un Maine Coon Blanco, con ojos dispares, se denominaría “MCO
w 63”.
Los turcos
describen a los gatos de ojos dispares como “regalos de Alá” o "tocados
por
Alá".
Quizá porque algunos gatitos blancos nacen con marcas de color en su cabeza,
las llamadas "marcas de Alá". O tal vez porque Muezza, la gata
idolatrada por Mahoma, era un ejemplar blanco de ojos dispares… Según una
superstición del pueblo turco, su líder: Mustafa Kemal Atarük (fundador de la
república de Turquía), renacerá algún día reencarnándose en un Angora Turco
blanco de ojos dispares, uno verde y uno ámbar; estos gatos son reverenciados
en Turquía y se conocen con el nombre de Ankara Kedi.
Sin duda, una
curiosidad felina que no pasa desapercibida.
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