La desungulación u oniquectomía: es la amputación de las
uñas del gato mediante una operación quirúrgica. La operación es complicada ya
que únicamente no se elimina la uña sino también se amputa la última falange de
cada dedo del gato con todos los tejidos, base del tendón retráctil y lugar del
nacimiento de la uña; huesos, ligamentos, tendones y músculos del dedo. Las
uñas retractiles que habría utilizado a lo largo de su vida para rascarse,
jugar, caminar y defenderse, desaparecen para siempre.
A menudo los propietarios de gatos acuden a las consultas veterinarias con la queja de que su animal les ha estropeado tal o cual mueble, o bien con el temor de que puedan arañar a algún miembro de la familia, reclamando del profesional la extirpación de las uñas. Por muy obvio que parezca, si el gato nace con uñas...es por algo. Las uñas le sirven para rascarse, para jugar y para agarrar a sus presas. Son sus anclajes para estirarse, sus armas para defenderse y su medio para burlar a sus adversarios mediante escalada en pared vertical. No es de extrañar que quiera mantener este regalo de la Naturaleza en perfecto estado, y para ello, tiene que cuidarlas a diario.
Dentro de las actividades normales que el gato realiza para delimitar su territorio está el rascado de superficies verticales. Cuando se estresa, también utiliza el rascado como medio para liberar su ansiedad. Por tanto al eliminar las uñas le privamos de un relajante natural además de impedirle caminar correctamente, ya que los ángulos de las articulaciones se modifican.
La oniquectomía está prohibida en numerosos países europeos, aunque se sigue practicando con demasiada frecuencia en Estados Unidos y Canadá. En España, concretamente en Cataluña, desde el año 2003, existe ya la prohibición expresa de realizar esta operación (Ley 22/2003 de 4 de Julio, de Protección a los Animales). AVEPA ha suscrito la Convención para la Protección de los Animales de Compañía en la que sólo se admite la posibilidad de realizar este procedimiento en caso de que la eutanasia sea la única alternativa al mismo, o cuando haya razones médicas de importancia que lo hagan necesario.
La oniquectomía se considera una mutilación, ya que extirpa nada menos que 10 falanges. Es un proceso quirúrgico muy doloroso, en el que se espera que se presenten complicaciones en más del 50% de los casos:
A menudo los propietarios de gatos acuden a las consultas veterinarias con la queja de que su animal les ha estropeado tal o cual mueble, o bien con el temor de que puedan arañar a algún miembro de la familia, reclamando del profesional la extirpación de las uñas. Por muy obvio que parezca, si el gato nace con uñas...es por algo. Las uñas le sirven para rascarse, para jugar y para agarrar a sus presas. Son sus anclajes para estirarse, sus armas para defenderse y su medio para burlar a sus adversarios mediante escalada en pared vertical. No es de extrañar que quiera mantener este regalo de la Naturaleza en perfecto estado, y para ello, tiene que cuidarlas a diario.
Dentro de las actividades normales que el gato realiza para delimitar su territorio está el rascado de superficies verticales. Cuando se estresa, también utiliza el rascado como medio para liberar su ansiedad. Por tanto al eliminar las uñas le privamos de un relajante natural además de impedirle caminar correctamente, ya que los ángulos de las articulaciones se modifican.
La oniquectomía está prohibida en numerosos países europeos, aunque se sigue practicando con demasiada frecuencia en Estados Unidos y Canadá. En España, concretamente en Cataluña, desde el año 2003, existe ya la prohibición expresa de realizar esta operación (Ley 22/2003 de 4 de Julio, de Protección a los Animales). AVEPA ha suscrito la Convención para la Protección de los Animales de Compañía en la que sólo se admite la posibilidad de realizar este procedimiento en caso de que la eutanasia sea la única alternativa al mismo, o cuando haya razones médicas de importancia que lo hagan necesario.
La oniquectomía se considera una mutilación, ya que extirpa nada menos que 10 falanges. Es un proceso quirúrgico muy doloroso, en el que se espera que se presenten complicaciones en más del 50% de los casos:
- En el postoperatorio, dolor muy intenso y hemorragia
- Entre las complicaciones tardías: recrecimiento de la uña, fístulas, neuropraxia o parálisis radial, infecciones, dehiscencia, necrosis tisular (por vendajes mal colocados), cojera persistente, cambios en la estación (pasa de digitígrado a palmígrado)
- En caso de general dolor crónico, éste suele ser neuropático por lo que su tratamiento es diferente y la respuesta al mismo es pobre en la mayoría de los casos.
Considero como siempre la he dicho que muchos de los problemas que "tiene nuestra mascota" no son de ella, si no de los dueños, por no ser responsalbes con los mismos, por no tomar en cuenta si es un gato, perro etc la mascota que mas me conviene segun el lugar donde vivo, mis recursos económicos, el tiempo que dispongo para dedicarle y más. Todo esto debemos preguntarnos ANTES de comprar o adoptar una mascota. saludos
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