sábado, 20 de agosto de 2011

Asma Felino

Introducción
El Asma Felino (AF) es una enfermedad de tipo alérgica que afecta al tracto respiratorio inferior, o sea a los bronquios y bronquíolos del gato. Está enfermedad fue descripta en 1911 por J.W. Hill, pero no tuvo suficiente atención hasta la década del 90, donde se comenzó a observar un aumento de su incidencia. En el hombre también se observa un incremento de la incidencia de la enfermedad debido principalmente al aumento de los contaminantes ambientales. Como muestra de esto, se ha encontrado que el tabaquismo pasivo es responsable del 18% al 23 % de los casos de asma en niños, y si afecta a los niños puede afectar también a los gatos.


El humo del cigarrillo puede ser un alérgeno para el gato



Causas del Asma
 El asma es una enfermedad alérgica, lo que significa que el individuo afectado (hombre o gato) se debe sensibilizar (probablemente por una predisposición genética) a un agente o estímulo los cuales pueden ser diversos tipos de contaminantes ambientales (humo, aerosoles, polvo de las piedritas sanitarias, etc.), agentes infecciosos (virus, bacterias, parásitos, hongos), agentes físicos (aire frío), o factores estresantes.
La sensibilización es un complicado mecanismo del sistema inmunológico que produce en el futuro, ante un nuevo contacto con el agente o estímulo, la reacción alérgica que se traducirá en los signos clínicos de la enfermedad.
Por ejemplo, supongamos que el paciente se sensibiliza al humo de cigarrillo. Cada vez que inhale humo de cigarrillo, se pondrá en marcha en sus bronquios un mecanismo por el cual se producirán los signos clínicos del asma.


Signos clínicos
Cuando los agentes alérgicos o estímulos específicos llegan a los bronquios del gato predispuesto, se producen una serie de reacciones químicas que dan por resultado tres cambios fundamentales:
  1. Se contrae el músculo bronquial (broncoconstricción) por lo cual disminuye el pasaje de aire. Los bronquios son como tubos donde circula el aire. Si nosotros disminuimos el diámetro de esos tubos, habrá más dificultad para la circulación habitual del aire.
  2. Aumento de las secreciones mucosas bronquiales. Las glándulas mucosas de los bronquios fabrican más moco y este se elimina a la luz bronquial, lo cual ayuda a disminuir el espacio por donde pasa el aire.
  3. Inflamación y edema del epitelio bronquial. Cuando un tejido se inflama se produce el espesamiento del mismo. El epitelio es la capa de tejido que tapiza la parte interna de los bronquios, por lo tanto el espesamiento de la misma también contribuye a disminuir la luz bronquial.
Como vemos toda esta respuesta lleva a la disminución del espacio bronquial por donde circula el aire que llega a los alvéolos pulmonares donde se realiza el verdadero proceso de la respiración, o sea el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Al haber menor pasaje de aire, se produce la insuficiencia respiratoria.
Estos cambios en los bronquios producen dos signos clínicos principales:
  • Tos crónica
  • Disnea aguda (grave dificultad respiratoria que produce respiración con mucha ansiedad y la boca abierta)
La tos es producto de la inflamación crónica de los bronquios y la disnea sería la respuesta a la presencia repentina de un estímulo desencadenante que produciría la broncoconstricción. Estos signos pueden normalizarse espontáneamente o como respuesta al tratamiento.
Otros signos menores pueden ser expectoración, estornudos, vómitos y menor actividad física.
Diagnóstico
El diagnóstico del AF no es fácil, porque no hay ninguna prueba que determine con certeza si es o no, asma. Por lo tanto, el Médico Veterinario deberá hacer (como corresponde en todos los casos) un exhaustivo examen físico, una detallada historia del paciente y una serie de estudios complementarios.
El diagnóstico del asma se hace por exclusión, es decir que se deben descartar las alteraciones conocidas que podrían dar esos mismos signos clínicos y entonces, cuando no haya causa conocida, se determina que es asma. Por ejemplo la tos es manifestación de toda enfermedad bronquial, de parasitosis bronco-pulmonares, y de filariosis (parasitosis cardíaca), el diagnóstico de la disnea es mucho más complejo, ya que abarca enfermedades anémicas, edema pulmonar, colecta torácica, hernia diafragmática, fracturas de costillas, cáncer, etc.
Se deben realizar mínimamente un análisis de sangre, (hemograma y serología infecciosa), análisis parasitológicos de materia fecal (diversas pruebas) y radiología de tórax en distintas posiciones y, en un paso más adelante, se puede hacer lavaje bronco alveolar. Si cabe la posibilidad, se realiza un estudio de broncoscopía, o sea, hacer una endoscopía bronquial donde se observa la mucosa y se toman muestras para cultivo y antibiograma, citología y biopsia.
Sin embargo hay algunos signos que nos orientan hacia el asma y son:
  • Sinología recurrente (tos y disnea) con remisión espontánea o por medicación
  • Signos radiológicos orientativos:
- Engrosamiento de la pared bronquial (bronquios como rosquitas o vías de ferrocarril)
- Hipertransparencia en el 15 % de los casos
- Colapso del lóbulo medio en el 10% de los casos
  • Eosinófilia (más de 1000 eosinófilos por ml) en el 20 a 75 % de los casos
  • Lavado Alveolar: Presencia de eosinófilos en proporción mayor al 75 % de las células, o presencia de células inflamatorias. No se deben observar otras posibles etiologías como microorganismos, huevos o larvas de parásitos, células neoplásicas, o predominancia de neutrófilos (bronquitis bacteriana).
Tratamiento
El tratamiento del AF se basa en combatir los signos clínicos. Obviamente muy distinto será tratar la tos crónica de la disnea aguda que pone en peligro la vida del paciente. En este último caso muchas veces es necesario además de la medicación de urgencia, la administración de oxígeno. El gato asmático, como el diabético, deberá ser medicado durante toda su vida. Puede haber períodos en los que no necesite la medicación, pero hay que estar siempre atento al recrudecimiento de la enfermedad. Al margen de la medicación, se deberá mantener la hidratación normal del paciente y, si es necesario, hacer inhalaciones de vapor de agua para fluidificar las secreciones bronquiales. El control de factores agravantes como la obesidad es de suma importancia. La medicación específica será indicada por el Médico Veterinario actuante de acuerdo a las necesidades del paciente y al manejo que puedan hacer sus propietarios.
Prevención
La prevención es muy importante en el paciente predispuesto. Hay que identificar y controlar los agentes o estímulos disparadores. Esta tarea es principalmente responsabilidad del propietario que convive con el paciente. Hay que observar en qué circunstancia se disparan los ataques, por ejemplo cuando se cambian las piedritas sanitarias, el humo del cigarrillo, perfumes, saumerios, aromatizadores, proteínas de la dieta, plumas, etc., o si se disparan por situaciones de estrés o estacionalidad (pólenes). Es importante mantener una buena ventilación ambiental para los gatos que viven en confinamiento estricto, sobre todo en los meses de invierno cuando se suelen cerrar los ambientes por el frío. Esta práctica puede aumentar la concentración de los alérgenos ambientales. En algunos casos, será necesario controlar los alérgenos alimentarios, que podrían desencadenar los ataques de asma.


Conceptos Importantes
  • El asma es una enfermedad bronquial alérgica en gatos predispuestos.
  • En estos casos hay que controlar todas las sustancias volátiles del ambiente.
  • El diagnóstico es complicado, por lo cual se basa en una serie de pruebas complementarias ( análisis de sangre, radiología, parasitología, broncoscopia...).
  • Todo gato con tos crónica o disnea aguda debe ser llevado inmediatamente a la consulta de un veterinario.
  • El tratamiento en la mayoría de los casos es de por vida.

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